A medida que nos acercamos al bicentenario, resulta imperativo que los gestores de salud en Perú opten por la transformación digital en el sector. De este modo, los ciudadanos podrán acceder a servicios de salud mejores y más amplios para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
La eSalud o Telesalud se define como el uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el ámbito de la salud, siendo la telemedicina y la historia clínica electrónica los ejemplos más conocidos. El avance en su implementación en Perú durante las últimas dos décadas ha brindado valiosas lecciones para mejorar tanto el acceso de la población como la provisión de servicios de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de la salud.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) promueven cada vez más el uso de la eSalud en los países, aprovechando los avances de la industria 4.0. En América Latina, Brasil, Argentina, Uruguay, México y Chile han sido pioneros en la incorporación de este concepto en sus modelos de atención de salud.
Desafíos en el sector salud peruano
Los gestores de salud y otros actores involucrados enfrentan desafíos relacionados con el envejecimiento de la población, proyectando que para el año 2050, el 25% de las personas serán mayores de 60 años. Además, se prevé que el 86% de la población se concentre en áreas urbanas. Estas tendencias se suman al aumento de enfermedades crónicas no transmisibles y a un mayor gasto per cápita en salud, que actualmente alcanza los 1,000 dólares.
El despliegue de la Red Nacional Dorsal de Fibra Óptica y las Redes Regionales brinda la oportunidad de ampliar los servicios de eSalud/Telesalud a nivel nacional.
Estos desafíos demandan un mayor empoderamiento y autocontrol de los ciudadanos en el cuidado de su salud. Al mismo tiempo, los gestores deben mejorar sustancialmente la cobertura, calidad y eficacia de los servicios de salud. Por ejemplo, es necesario reducir los tiempos de espera para consultas médicas y el tiempo de desplazamiento a los establecimientos de salud, así como abordar la escasez de médicos especialistas en las regiones.
Los principales retos consisten en lograr:
a) Mayor prevención de enfermedades y sus complicaciones.
b) Acceso fácil y oportuno a servicios de salud, independientemente del proveedor de servicios (Ministerio de Salud, Gobierno Regional, seguridad social o privados).
c) Reducción de desplazamientos y uso innecesario de servicios hospitalarios, lo que también disminuirá los costos para la sociedad en su conjunto.
Situación actual y marco regulatorio
A pesar de que el sector salud en Perú sigue siendo fragmentado, es posible lograr su transformación digital mediante la implementación de herramientas digitales de alcance masivo, eficientes, efectivas, ubicuas y disponibles en todo momento. Los avances iniciales confirman que ya nos encontramos en la primera fase de las tres que abarca este desarrollo tecnológico.
De los 11,000 establecimientos de salud en todo el país, menos del 3% forma parte de la red del Ministerio de Salud (MINSA) para telesalud, pero se espera alcanzar el 10% al finalizar el año. EsSalud, por su parte, cuenta con el Centro Nacional de Telemedicina para su red de servicios. Sin embargo, en el sector público solo dos centros operan bajo el modelo de Gestión 0 Papel, mientras que en el sector privado se destacan los avances en varias clínicas.
En términos de costos, ya se ha demostrado desde 2004 que la eSalud puede generar ahorros de hasta un 70% mediante la vigilancia electrónica de enfermedades. En 2016, EsSalud registró ahorros de 10.5 millones de soles gracias al uso de la tele-radiología, y actualmente se están documentando ahorros en la gestión inteligente de inventarios de medicamentos e insumos a través del manejo de información.
En cuanto a la normativa, la Ley 30421 (Ley Marco de Telesalud) fue publicada en abril de 2016 y modificada por el DL 1303 en diciembre del mismo año, aunque aún no se ha reglamentado. En agosto de 2018, el MINSA estableció su Comité de Gobierno Digital para liderar el proceso de transformación digital, y en septiembre se publicó el DL 1412 (Ley del Gobierno Digital), que impulsa el uso transversal de tecnologías digitales en los procesos y la provisión de servicios digitales por parte de las entidades públicas en los tres niveles de gobierno.
Retos hacia el futuro
En la ruta hacia nuestro bicentenario, el despliegue de la Red Nacional Dorsal de Fibra Óptica y las Redes Regionales nos brinda la oportunidad de ampliar los servicios de eSalud/Telesalud a nivel nacional. De este modo, aumentaremos la productividad, la trazabilidad y la transparencia de los servicios de salud, consolidando una verdadera integración de las Redes de Servicios con los ciudadanos y sus familias en sus comunidades, empoderándolos y convirtiéndolos en el centro del sistema de salud.
La transformación digital del sector mediante la incorporación de la eSalud implica replantear el modelo de atención y gestión de los servicios de salud en sus aspectos operativos, regulatorios, financieros, políticos, sociales y comunicacionales, entre otros. El resultado será un escenario de convivencia mixta, con servicios de salud presenciales y digitales o virtuales, para la promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la salud.
Este cambio solo será posible si se trabaja conjuntamente con todos los recursos humanos del sector y los demás actores relacionados, bajo el enfoque de ciudadanía digital. Esto implica fomentar el aprendizaje en el uso de herramientas digitales y promover la disposición cultural para su adopción, siendo el papel de las universidades vital en impulsar este proceso junto con todos los involucrados.
En conclusión, el despliegue de la Red Nacional Dorsal de Fibra Óptica y las Redes Regionales nos brinda una oportunidad única para expandir los servicios de eSalud/Telesalud en todo el país. Mediante la transformación digital, lograremos mejorar la eficiencia, la accesibilidad y la calidad de los servicios de salud, colocando a los ciudadanos en el centro del sistema y promoviendo su bienestar en comunidades empoderadas.