La resonancia magnética, o MRI por sus siglas en inglés, es una técnica de imagen médica utilizada para ver órganos y estructuras internas. También es una de las herramientas de diagnóstico más utilizadas hoy en día en hospitales y clínicas. La IRM es una herramienta esencial para médicos e investigadores desde hace más de 25 años. Su eficacia para detectar problemas en el interior del cuerpo ha contribuido en gran medida a que sea una tecnología tan utilizada hoy en día. Los principios en los que se basa la RMN son bastante sencillos: al enviar ondas de radio a los tejidos biológicos y medir sus respuestas, se puede saber mucho sobre su composición. Aunque la resonancia magnética es bastante complicada desde el punto de vista técnico, su capacidad para detectar de forma no invasiva anomalías en el organismo la convierte en una de las herramientas más esenciales de la medicina moderna actual. A continuación, le explicamos todo lo que debe saber sobre esta increíble tecnología: su historia, su funcionamiento y su futuro.
La historia de la tecnología MRI
La tecnología de RMN existe desde hace bastante tiempo. Las primeras imágenes clínicas de RM fueron obtenidas por investigadores a finales de la década de 1970 y los primeros sistemas comerciales de RM estuvieron disponibles para los hospitales a principios de la década de 1980. La idea de utilizar la RMN para la obtención de imágenes médicas se remonta a la década de 1950, cuando los científicos investigaron por primera vez la posibilidad de utilizar la resonancia magnética nuclear (RMN) para la obtención de imágenes médicas. La RMN es una de las aplicaciones más importantes de la RMN. Aunque la RMN se utiliza desde hace sólo unas décadas y su uso comercial no comenzó hasta los años 80, la historia de la tecnología de RMN se remonta a más de seis décadas, a principios de los años 50, cuando los científicos investigaron por primera vez la posibilidad de utilizar la resonancia magnética nuclear (RMN) para la obtención de imágenes médicas.
Cómo funciona la RMN
La RMN utiliza un fuerte campo magnético para alinear los núcleos de los átomos de hidrógeno de las moléculas de agua del cuerpo. Cuando estos núcleos son perturbados por un pulso de ondas de radio, emiten una señal a una frecuencia diferente en función de su nueva alineación y del entorno que les rodea. Esa frecuencia puede detectarse y utilizarse para construir una imagen del cuerpo donde se emite una determinada frecuencia. Una imagen de resonancia magnética es un mapa de la intensidad de los núcleos de hidrógeno. Las frecuencias utilizadas para la RMN suelen ser de unos 1.000 megahercios.
La RMN en el diagnóstico de enfermedades
Como todas las técnicas de imagen, la RMN sólo puede utilizarse para detectar anomalías en el cuerpo que puedan verse con un escáner. Sin embargo, esto no es una desventaja, ya que la RMN a menudo puede detectar problemas que no son visibles por otros métodos de imagen. De hecho, la RMN es a menudo el método de imagen que confirma un diagnóstico, especialmente en el caso de trastornos de los tejidos blandos, donde es la modalidad preferida. La RMN también puede utilizarse para investigar enfermedades articulares y óseas. Mientras que una radiografía, un TAC o una ecografía pueden mostrar una enfermedad ósea, la capacidad de la RMN de ver directamente los tejidos blandos que rodean los huesos es una gran ventaja. Las enfermedades de los tejidos que rodean los huesos, como la artritis, pueden diagnosticarse antes con la RMN.
Ventajas de la tecnología de RMN
- La RMN no es invasiva, a diferencia de otras técnicas de imagen como los rayos X o el TAC, que requieren colocar al paciente dentro de una máquina y exponerlo a la radiación.
- La RMN no requiere la inyección de ninguna sustancia química en el cuerpo del paciente. El paciente puede ser examinado mientras está dentro de un escáner. - La RMN puede realizarse rápidamente y no requiere que el paciente permanezca inmóvil durante un largo periodo de tiempo, como ocurre con los rayos X o la TC.
- La RM está ampliamente disponible y muchos centros de todo el mundo están equipados para realizar esta técnica de imagen.
- La IRM puede realizarse en pacientes de todas las edades, incluidos bebés y niños
Limitaciones de la tecnología de RMN
- La RMN no es adecuada para obtener imágenes de los huesos, como lo son los rayos X y la TC. Esto se debe a que los huesos tienen un menor contenido de agua que otros tejidos y, por lo tanto, la RMN no ofrece una buena imagen. - La RM no es muy útil para obtener imágenes de los vasos sanguíneos y del flujo sanguíneo, que pueden verse bastante bien con la angiografía por TC.
- La RMN no es muy útil para obtener imágenes del cerebro, ya que no proporciona información sobre los diferentes tipos de tejido cerebral.
La RMN es una de las herramientas más importantes de la medicina moderna. Su eficacia en la detección de problemas en el interior del cuerpo ha contribuido en gran medida a su uso generalizado en la actualidad. La historia de la tecnología de la IRM se remonta a más de seis décadas, a principios de los años 50, cuando los científicos investigaron por primera vez la posibilidad de utilizar la resonancia magnética nuclear (RMN) para la obtención de imágenes médicas. A medida que las técnicas de imagen médica se han ido extendiendo, han transformado la capacidad de los médicos para diagnosticar una amplia gama de enfermedades, tanto en el ámbito hospitalario como en el ambulatorio. Podemos ver que la IRM es una de las herramientas más importantes de la medicina moderna. Su capacidad para detectar de forma no invasiva anomalías en el cuerpo la convierte en una de las herramientas más esenciales de la medicina moderna actual.