La piel de naranja en los pechos, así como otras afecciones en la piel del seno, pueden ser un síntoma de cáncer de mama u otras enfermedades. Lee más para conocer algunos factores de riesgo y qué hacer si descubriste esta apariencia en tus senos.
La piel de naranja es la formación de pequeños hoyuelos que causan esta apariencia en distintas partes del cuerpo. Si se presenta en los senos, la piel de naranja podría ser un síntoma que habla de la presencia de un tipo de cáncer de mama conocido como cáncer de mama inflamatorio.
Este tipo de cáncer puede ir o no acompañado de bultos o formación de tumores en el interior de la mama, mismos que quizá sean palpables al tacto. Ante esto, conocer tus pechos y autoexaminarlos te permitirá detectar cualquier anormalidad que ponga en riesgo tu salud.
Diagnóstico
Para poder establecer un diagnóstico certero tras identificar piel de naranja en los pechos, es esencial someterse a exámenes médicos.
En la lista de abajo, verás que para confirmar o descartar la presencia de un cáncer de mama inflamatorio (o de cualquier otro tipo), se deben cumplir ciertos criterios mínimos que han sido establecidos por los expertos:
- Historial médico o antecedentes de cáncer de mama.
- Inflamación de los conductos del seno que producen dolor al tacto o enrojecimiento, sin estar en periodo de lactancia o embarazo.
- Presencia de enrojecimiento que cubre al menos la tercera parte del seno.
- Anormalidades palpables.
- Aparición de cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente en un lapso de entre 2 y 6 meses.
Piel de naranja y otros síntomas de cáncer de mama
Por otro lado, hay otros síntomas que debes atender si has notado apariencia de piel de naranja en tus pechos. Entre ellos están:
- Cambios en la estructura del seno, como tamaño y forma de la mama o del pezón, la presencia de pezón invertido o formación de llagas en el pezón.
- Presencia de secreciones del pezón anormales, como líquido amarillento o rojizo, pus o sangre.
- Sequedad en la piel del seno, pezón o areola, agrietamiento o descamación.
- Variaciones en la temperatura de las mamas y enrojecimiento.
- Dolor constante en el seno.
- Presencia o formación de bolitas en el seno o bultos sensibles al tacto.
Exámenes de diagnóstico
Ahora es importante considerar el diagnóstico. Si además de notar piel de naranja en tus pechos, cumples con uno o varios de los criterios mencionados anteriormente, acude con tu médico especialista para que pueda realizarte un examen a profundidad. En caso de ser necesario, tu médico podría indicarte distintos tipos de estudios que permitan establecer un diagnóstico.
Por otro lado, el cáncer de mama inflamatorio es raro o poco frecuente. Por eso realizar la detección de forma oportuna es crucial, y por ello consultar a un profesional de la salud es de suma importancia.
¿Qué tipos de estudios me pueden realizar tras identificar piel de naranja en mis senos?
Los médicos especialistas pueden realizarte alguno de los siguientes estudios. Cada uno de ellos puede revelar hallazgos importantes sobre lo que le está ocurriendo a tus pechos:
- Ultrasonido. Ayuda a delimitar las lesiones que existen, en caso de diseminación o presencia de edema (líquido) en la mama. Puede ser una gran opción haya o no piel de naranja en tus pechos.
- Resonancia magnética. Es uno de los métodos más sensibles para la detección de cáncer de mama inflamatorio primario. Sin embargo, quien debe decidir si este estudio es el mejor para tu caso es tu médico especialista.
- Tomografía. Este estudio de imagen ayuda a analizar cambios en los tejidos, así como los cambios funcionales que ocurren antes de las transformaciones anatómicas en la mama. Permite realizar un diagnóstico de cáncer de mama oportuno.
- Mamografía. Pese a que es el estudio más popularizado para detectar el cáncer de mama, por lo general los datos que puede ofrecer este estudio no permiten establecer un diagnóstico temprano de cáncer de mama inflamatorio.
- Biopsia. Este método permitirá detectar el tipo de células que están presentes en el seno y tejidos mamarios, la composición y respuesta que enfrentan hacia cualquier tratamiento establecido y su evolución.
Identificar piel de naranja en tus pechos es el primer paso hacia la detección oportuna del cáncer de mama.
Así que observa, toca tus senos y consulta a un profesional de la salud.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Debes considerar que existen diversos factores que se consideran de riesgo ya que aumentan la posibilidad de contraer cáncer de mama. Entre ellos están:
- Edad: en mujeres de 50 a 65 años de edad es más probable que pueda existir algún tipo de cáncer.
- Antecedentes familiares: las personas cercanas a ti, como tu mamá, hermanas o hijas con cáncer de mama desarrollado o diagnosticado.
- Contar con un antecedente de cáncer de mama, alteraciones en el seno o enfermedades benignas en la mama.
- Haber estado expuesta a radiaciones.
- El uso constante de terapias hormonales sustitutivas durante la menopausia.
- Otros factores como el sobrepeso u obesidad también pueden ser un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama.
¿Qué ocurrirá en caso de diagnóstico de cáncer de mama?
Recibir un diagnóstico de cáncer significa el inicio de un tratamiento. Existen diversos tipos de tratamiento para el cáncer de mama: quimioterapias, radioterapias, terapias hormonales, terapia dirigida hasta la cirugía, extracción de tumor o remoción de seno mamario.
Cada tratamiento consiste en un proceso diferente y, de acuerdo al tipo de cáncer diagnosticado, se recomiendan uno o más tratamientos en conjunto para erradicar la presencia de células cancerosas o tumoraciones en la mama.
Otros factores que debes considerar si notas piel de naranja en tus pechos
Recuerda que no existe un tipo de mama o seno en específico, debido a los múltiples tamaños, formas y características. Cada caso requiere de una atención muy particular. Sin embargo, existen cambios hormonales que pueden representar, en la mayor parte de las mujeres, cambios en la sensibilidad y aspecto de los senos. Estos cambios provienen del periodo menstrual, el embarazo, la etapa de lactancia, cambios en nuestro peso, las terapias hormonales, ciertos tipos de medicamentos y la edad.
Por último, si presentas piel de naranja en los pechos o te identificas con alguno de estos factores de riesgo, es importante formar un hábito que involucre la autoexploración o examen físico de tus pechos y la revisión clínica.
Realizarte un chequeo periódico con tu médico de cabecera o ginecólogo mediante exámenes como la mamografía, resonancia magnética, entre otros, favorecerá la detección temprana de cualquier tipo de cáncer de mama.
Referencias:
1.Definición piel de naranja (cancer.gov)
3.Cambios en los senos (medlineplus.gov)