La atención médica de calidad significa brindar estudios, diagnósticos y cuidados con herramientas de altos estándares, alta precisión y personalización centrada en el paciente. Estudios demuestran que la asistencia sanitaria de calidad puede reducir el riesgo de discapacidad o enfermedad hasta en un 35%. Para lograrlo es necesario llevar una gestión correcta de los recursos de tecnología médica para sacarles el máximo partido. A continuación te planteamos cómo lograr este alto nivel.
Las mejores prácticas en gestión de tecnología para atención médica
Comienzan desde que se firma el acuerdo de compra y continúan a lo largo del ciclo de vida de la tecnología médica.
1. Decisiones de compra informadas y óptimas
Es importante tomar decisiones de compra prudentes y basadas en hechos. Un análisis realizado por Frost and Sullivan determinó que, por término medio, los centros sanitarios tienen más equipos de los necesarios, entre un 20 y un 30%. Para ahorrar dinero, las compras deben hacerse a nivel organizativo en lugar de departamental. Si la presupuestación se hace por departamentos, algunos profesionales médicos pueden ser propensos a adquirir más de lo necesario para mantener su financiación. Para el bienestar financiero del proveedor sanitario, es ventajoso contar con un socio tecnológico de confianza que pueda asesorarle.
2. Seguimiento y trazabilidad de activos
Los proveedores de servicios sanitarios pueden beneficiarse de un sistema de localización en tiempo real (RTLS) a la hora de controlar sus equipos médicos. Debido al tamaño y la complejidad de estas organizaciones, puede resultarles difícil realizar un seguimiento preciso de los activos que poseen y de su ubicación. Aprendiendo de sectores como el industrial y el de bienes de consumo, e incorporando el RTLS a la industria sanitaria, es posible aumentar la eficiencia y mejorar la calidad de la atención.
3. Impulsar la mejora continua como elemento esencial
Crear una colaboración fructífera con la dirección de tecnología puede ayudar a garantizar que los equipos del proveedor cumplan los requisitos de capacidad. Con ello los proveedores se preparan para cualquier cambio que pueda surgir en lugar de responder a ellos después de que se produzcan y suelen tener tiempo y experiencia limitados para centrarse en mejorar los flujos de trabajo y, mejorar la atención al paciente y sus experiencias. Las metodologías LEAN son una forma de maximizar las operaciones y disminuir las innecesarias. En general, las prácticas LEAN implican analizar un proceso, identificar los pasos que son beneficiosos y descartar los que son inútiles. Los proveedores sanitarios y tecnológicos pueden beneficiarse de ello.
4. Aprovechar al máximo la gestión de la tecnología digital
Una plataforma informática centrada en la supervisión tecnológica es necesaria para la productividad de una organización médica agitada. Los cuadros de mando que se actualizan en tiempo real informan al personal y a los administradores sanitarios para que tomen medidas antes de que surjan problemas y demuestran el triunfo frente a las métricas de rendimiento del servicio. Además, la vigilancia remota de activos permite procesos proactivos y reacciones rápidas en caso necesario. La digitalización inteligente hace que la gestión de la tecnología sea sencilla, eficiente y rentable.
5. Análisis del rendimiento y la utilización de la tecnología
Conocer el funcionamiento de la tecnología puede permitir tomar mejores decisiones para prestar mejores servicios. Por ejemplo, si el servicio de urgencias tiene un gran número de solicitudes de tomografías computarizadas, se puede utilizar un escáner que no esté en uso en la división de radiología, siempre que se disponga del procedimiento para hacerlo. Conocer el estado exacto de los activos en tiempo real y disponer de informes que describen las tendencias, las necesidades de mantenimiento y las posibles mejoras puede conducir a decisiones acertadas y a ahorros considerables.
6. Liberar el potencial del personal con capacitación y educación
En el mundo actual, las empresas sanitarias necesitan contar con un programa eficaz de formación clínica y tecnológica. Se recomienda utilizar una plataforma informática para gestionar y supervisar la formación del personal clínico, así como del personal interno de ingeniería médica/técnica. Este programa de formación personalizado, global y observado es de gran importancia, ya que los errores de los usuarios pueden causar una enorme carga financiera en muchas organizaciones de proveedores sanitarios. Los errores en el proceso de repetición de procedimientos, los diagnósticos erróneos y los tratamientos inadecuados no sólo merman la calidad de la asistencia, sino que también perjudican la situación financiera de las instituciones médicas. Mediante la implantación de programas educativos basados en las tecnologías de la información, los profesionales sanitarios pueden evitar errores y mejorar la calidad y la eficacia de la asistencia.
Asociaciones de alto valor: el enfoque de Eden para la gestión de la tecnología en su laboratorio u hospital
Eva y los centros sanitarios mantienen relaciones beneficiosas y a largo plazo, cuya duración suele ser de más de 5 años. Tras establecer la colaboración, Eva utiliza un conjunto completo de prácticas de gestión de programas para garantizar que se obtienen todas las ventajas de la asociación de gestión tecnológica.